Por qué no intentarlo: ARGENTIÈRE, GRANDS MONTETS

Argentière, 2/02/23

No demasiado temprano ponemos rumbo al glaciar de Argentière con muchas ganas de ponerle cara, en otro día gélido y soleado.

Salimos desde la base de la estación de alpino y la abandonamos rápidamente. Han señalizado una zona para que la gente con esquís de montaña no vaya por las pistas si quiere subir al glaciar y decidimos seguirlo. Son unos 700m+ para llegar hasta el refugio de Lognan, a partir de ahí ya cambia todo.

Al principio es muy agradable, un bosque bonito y se desnivela cómodamente. Al poco cambia la cosa; la ruta se empina mucho y la traza va por una especie de lomo con un barranco imponente a la izquierda, sin peligro pero incómodo. Para mi que es un sendero de verano al que simplemente le han puesto unas señas para esquí, pero no es apropiado. Sacamos toda nuestra técnica y a lo jabalí en algunos tramos llegamos hasta la parte donde ya se divisa el Refuge de Lognan, ahí se vuelve mucho más amable.

Como veníamos de esa zona un poco salvaje, nos sorprendió encontrar el refugio abierto, pero claro, desde arriba se puede acceder de la propia estación de alpino. Es un sitio muy majo, un balcón con vistas a la parte baja del glaciar. Supongo que en su día quedaría justo encima, ahora ya podemos ver lo que queda de él.

A partir del refugio nosotros seguimos subiendo en dirección al glaciar, para pasarlo por la derecha y con idea de cruzar el collado de la Aiguille des Grands Montets y bajar por el glaciar de Lognan.

La vista del glaciar es imponente, y también las cascadas que se forman en la parte baja, donde había gente escalando en hielo.

Cascadas de hielo

Aprovechamos a fijarnos en el paso de Chardonnet que se hace en la Chamonix-Zermat, soñando con algún año hacerla con esquís... qué buena pinta todo! El glaciar se veía bastante seco y todavía con grietas abiertas.

A partir de esa zona entramos en la sombra permanente y en bastante pendiente donde se ganan metros rápidamente. Cuando llegamos a la parte más alta, la pala final para llegar al collado, nos encontramos con un pequeño problema. La pendiente era demasiada para avanzar con esquís y las cuchillas no mordían lo suficiente, pero con crampones nos hundíamos muchísimo. Penosamente subimos varios metros así hasta que decidimos darnos la vuelta y disfrutar de la bajada hacia el glaciar.

Encontramos bastante buena nieve en toda la parte de arriba y a partir del refugio nos metimos por la estación, ya que bajar por el recorrido que habíamos subido era una locura. Terminar con una bajada por nieve pisada después de una jornada durilla se disfruta una pasada, qué placer!!

Fue un día exigente por el terreno, el desnivel y el frío, pero impactante la salida alrededor de los glaciares. Bajar con la Aiguille Verte y su glaciar por detrás, y en general todos los montes que nos rodeaban, un espectáculo maravilloso 😍😊