Aunque tendré para un tiempo si quiero hacer una recopilación de al menos las que para mi han sido las mejores aventuras de este tiempo sin escribir, para empezar voy con lo más actual.
Acabamos de tener la suerte de juntar dos semanas de vacaciones y nos hemos hecho una escapada a Alpes. Nos lo planteamos como destino porque ninguno de los dos habíamos estado en invierno nunca. Reconozco que me generaba cierta inquietud... el Pirineo es, dentro de las mil incertidumbres que me siguen asaltando, un terreno más habitual. Conocemos dónde informarnos bien de las condiciones y estamos bastante al tanto de cómo ocurren las nevadas, la forma en que la nieve evoluciona después de ellas... Pero ir allá para mi eran palabras mayores. Por otro lado, la atracción de algo desconocido y que pintaba muy bien era inmensa, así que el viernes 27 empezamos el viaje metiendo todo en la furgo y muchas ganas en cada uno de nosotros.
Han sido dos semanas de frío intenso donde lo peor ha sido arreglarnos con el agua en la furgo. Casi todos los surtidores estaban congelados, por lo que hemos tenido que tirar de ingenio para rellenarla a viajes desde una fuente que se mantenía corriente y nos hemos hecho bastante conscientes de todo lo que consumimos en el día a día. Lo mejor, todo lo demás. Paisajes, recorridos, las tardes de descanso, mirar los mapas para crear recorridos... y la compañía ☺
Fuente salvadora con vistas al Mont Blanc
Un eterno anticiclón y unos 10 grados bajo cero han sido la tónica de todo el viaje, así que antes de las 8 casi nunca nos poníamos en marcha.
En la preparación del viaje Eneko nos ayudó mucho (gracias!!) y nos recomendó visitar en Chamonix la Chamoniarde, un lugar donde los propios guías de montaña dan información desinteresadamente sobre las condiciones en las que se encuentra el valle. Allí nos dijeron que los glaciares no estaban en condiciones todavía, con muchas grietas abiertas y puentes de nieve poco fiables. Teniendo nieve desde abajo esto no ha supuesto ningún problema. En primavera, el tipo de esquí puede ser más enfocado a buscar cimas altas, pero si se puede salir del pueblo con esquís para nosotros eso es lo más bonito, por lo que no hemos usado ningún medio mecánico para aproximar.
Acabamos de volver y ya estamos deseando repetir!
El sábado 28 llegamos tarde a Chamonix, ya había anochecido y una nevada reciente nos recibió. Buscamos un sitio donde pasar la noche y poder salir al día siguiente sin movernos y aparcamos cerca de unas pistas de fondo. Era de noche y todavía había algunas personas esquiando con frontal, ¡me encanta! El pueblo estaba precioso con la nieve todavía redonda.
COL DES DARDS, domingo 29 enero
Desde la zona de la Plaine, salimos no demasiado temprano con los esquís.
Para toma de contacto, salimos por la pista que tienen en la estación de esquí señalizada como pista negra, pero como la tenían cerrada era un placer foquear por ella y es un lujo como aproximación. Impresionantes la vistas que tiene, creo que hicimos un millón de fotos hacia las agujas de Chamonix, Mont Blanc, Aiguille Verte... impresionante escenario!
Para segundo día seguimos descubriendo la zona de Aiguilles Rouges. Estaban en muy buenas condiciones y el sol calienta desde primera hora. Además, es una zona sin glaciares, ideal para esta época.
Subimos por la misma aproximación y nos vamos directamente y por laderas bastante empinadas a buscar el collado de la Glière, un bonito paso que nos deja a 2.461m. Aunque hacía pocos grados, me ha llamado la atención que no hacía nada de viento, y en sitios bien soleados la sensación era de calor.
Sin llegar hasta el pueblo, buscamos el precioso sendero del Petit Balcon Sud para conectar con nuestra zona de inicio donde teníamos aparcada la furgo. El sendero precioso y congelador, a la sombra de los árboles no llegaba la temperatura a 0, así que toda la ropa puesta y a darle ritmo!
Otro día que nos dejó felices y con ganas de más.
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